miércoles, 1 de mayo de 2013

BELTANE


Hoy es Beltane, hoy es el “buen fuego”, ese es su auténtico significado. Cierto es que las hogueras brotaban por las colinas en los tiempos pasados, pero no es solo eso el “buen fuego”, aquellas luces con las que nuestros ancestros sembraban esta mágica noche de primavera representaban algo interior, un latido de vida y fuerza inconmensurable que todos portamos bajo la piel, que ha de ser compartido, disfrutado. Los jóvenes alzan el Mayo, su virilidad y pasión, las muchachas son aun más bellas con el brillo de las flores, son la Maya, la primavera. Quemaros bajo el sol y renaced juntos y encontrados, os digo, muchos son los caminos para celebrar: el sexo, la comida, la bebida… dad placer a vuestros cuerpos, perpetuaros en otros y demostrad como se puede eclipsar a la Luna en plenilunio con la fuerza de un abrazo, demostraros a vosotros mismos como la rueda del tiempo puede quebrar al compartir el aliento en un beso, sentiros inmortales al comprender que sois tierra y ella nunca se extingue, que la energía del “buen fuego” nos une sin tocarnos y nos hace sentir únicos. De todo corazón, Feliz Beltane.


martes, 19 de marzo de 2013

El sueño del Lobo


   Señor de los bosques, aquel que con su aullido regenta los miedos de los débiles y el amor de la manada. Tu agudo oído percibe la pisada del soberbio ciervo que cojea, tu hocico ventea cual estandarte recogiendo un mundo ajeno a nuestros ojos. Señor de la noche, en tu mirada es clara nuestra oscuridad, no solo en la luz nocturna sino también en la de nuestras almas. En un lejano día ¿Qué viste en nosotros? Pues renunciaste a tu elegante figura, a tu digna presencia, a tu libertad.

   Homínidos extraños, competidores por tus presas, seres venidos de otro mundo; te sorprendimos, observaste que podíamos en el crudo invierno tener alimento, que comprendíamos a la madre naturaleza, pero también dominábamos la magia del fuego y en nuestra gran manada todo era de todos. Viste una esperanza al futuro, captaste toda nuestra potencialidad como especie y algunos de los vuestros decidieron renunciar a todo para unirse a nuestra aventura renaciendo con una nueva forma: el perro. Los descendientes de ese linaje aún son fieles tras la barbarie del ser humano, tras estar perdidos y casi exterminar a vuestros parientes descendientes puros de vuestro común ancestro, tras mancillar la tierra con nuestra ambición expoliadora, tras intoxicar el aire con nuestra codicia ciega. Aún sois leales, os hemos enseñado nuestra peor parte y aún sois leales. Engañamos, mentimos, abusamos del débil y nos aprovechamos de vosotros y de otros humanos sin ofrecer nada a cambio, solo ingratitud.

   Vosotros, que nos acompañáis desde hace más de 15.000 años nos recordáis quienes eramos: nada os importa cuanto dinero tengamos en una cuenta, cual sea nuestro coche o nuestro apellido; vivamos en un palacio o un zulo; seamos médicos, políticos, panaderos o pescadores; hablemos alemán, inglés, árabe o búlgaro; rubios, negros o amarillos; atletas o disminuidos físicos. Incondicionalmente nos amáis, somos vuestra manada, respetáis a nuestras crías, nos laméis cuando estamos tristes y ante un peligro daríais vuestra vida por salvarnos, no hay engaño en vuestros gestos.



   Lobo que cambiaste tu sangre por un sueño en nosotros y que cada día luchas por mantenerlo vivo, te pregunto si elegiste sabiamente. Admiro tu espíritu salvaje y también admiro a los que tienen aún fe en nosotros, gracias por enseñarnos de donde venimos, gracias por mantenerte vivo en las montañas y mostrarnos quién eras y cuanto entregaste por estar entre nosotros, espero de corazón que no te equivocaras.

sábado, 9 de febrero de 2013

Cada pequeño gesto

   Siempre pecamos de grandilocuentes. Creemos que la felicidad, la crueldad, la belleza, lo maligno... reside en las grandes gestas de otros tiempos o quizás en nuestras ensoñaciones. Pensamos que son otros, los llamados grandes, los que disponen del contenido de esas grandes palabras. Desengáñate, tú eres el único poseedor de ese poder, y cuanto creas en ti o la gente que te rodee así será tu destino.

  El diablo se esconde en los detalles y es una certeza. Una frase agria, un desaire, un pequeño momento de egoísmo puede sembrar envidia, codicia y malestar en los que nos rodean, un empujón a una bola de nieve turbia que acarrearemos todo el día y en la que sumergiremos a todos aquellos que pasen a nuestro lado, ahí reside el "mal".  

   Una caricia, una sonrisa o un comentario amable puede cambiar el mundo. El más pequeño gesto por insignificante que resulte es el desencadenante de todo un domino de fuerzas en el universo. Hoy leí: quién enseña a un niño a no pisar una oruga ayuda más al niño que a la oruga, he ahí la esencia. Los grandes logros se desvanecen en la senda del tiempo, son los pequeños actos cotidianos los que siembran la felicidad en nuestras vidas, el "bien". Disfrutar de un atardecer, lanzar una mirada, cuidar a un animal o regar una planta, saborear ese pastel o refrescarse con esa cerveza, y compartirlo, sobre todo compartirlo. Os invito a vivir en los pequeños gestos que son los que hacen de este mundo algo grande.


viernes, 18 de enero de 2013

El Galata Moribundo

  Hemos vencido, Pérgamo ha derrotado a los indomables celtas. Engradezcamos nuestra victoria, balicemos la historia con una escultura, hito y marca perpetua de este momento... qué mejor forma de alzarse que sobre los hombros de un enemigo digno. Una pieza de bronce fue la metálica rúbrica de esos ya olvidados griegos. Y de ellos a los romanos; el bronce se perdió como una moneda en el inevitable mercado del tiempo, pero la inmortal roca recibió el cincel del hábil artista, pétreas cicatrices que bellamente atraparon la esencia de un anónimo guerrero, postrado, con la mirada taciturna en la tierra regada por su sangre. Desnudo, no por indigencia, sino ataviado por el manto de la heroicidad, lo delata un torques con el cual bien podría haber comprado todo un carro de ropajes y armaduras. Herido al costado, con la dignidad de un cristo, pero sin su misterio, muriendo, agonizando. En su rostro sereno una caricia de dolor en un leve gesto, no hay miedo, sabe de lo inevitable, conoce el destino de todo mortal y lo acepta con gloriosa sencillez. Su pelo alborotado aun rezuma la salvaje libertad, y nos advierte como estandarte al viento que alcanzó su fin sin entregar esa bandera a los asesinos.


  Los siglos curtieron con suavidad tu torso, y los ojos ya pasados, los ahora presentes y futuros se maravillan con tu estampa, ¿Quién puede recordar esa perdida batalla de los galatas contra el rey Átalo? Pero nadie puede negar la sinceridad, la emoción y viveza que nos trasmites, vencido, moribundo, pero por siempre recordado. Una sonrisa sardónica se carcajea con el eco del destino, el vencido inmortalizado y el vencedor olvidado. Nos lanzas una indómita enseñanza y con una voz quieta nos susurras que plantemos batalla, podremos ser vencidos, pero el que se enfrenta a la adversidad y el infortunio nunca es derrotado...incluso su muerte puede ser una victoria.

domingo, 6 de enero de 2013

Estrella fugaz





En el firmamento de nuestra existencia, entre las inamovibles constelaciones de nuestro norte y los risueños astros viajeros del sur de nuestra vida, a veces, pasa una estrella fugaz. Su resplandor nos sorprende, caída de la oscuridad en una noche más, sin origen, sin meta, pero tan hermosa y brillante que por unos segundos eclipsa todo nuestro universo; y tan etérea y volátil, por un instante te sientes una juguetona divinidad y los dedos de tu alma rozan su estela, en ese leve momento comprendes que todo el valor reside en su fugacidad, en su inminente desaparición...atraparla sería destruir su energía y el hermoso recuerdo perpetuo que nos brinda. No seré yo el amargado pescador que con las redes de la mediocridad y la vulgaridad destruya el valor del presente, tuyo, mío. Agarraré mi espíritu luchador y te dejaré surcar el nocturno cielo....quizás el círculo del órbite celeste te quiera devolver otro segundo a mi mirada, el deseo ya está pedido.